Esta se trata de una obra muy íntima, cine autorreferencial en el que expongo una de mis preocupaciones actuales, lo efímero de la experiencia humana.

Fashion film en colaboración con la diseñadora Marta Lizasoain

Este cortometraje ha sido difícil de realizar debido a la falta de material ya que casi todo el archivo está en cintas VHS. Aun así he tenido la posibilidad de hacer un recopilatorio de momentos con mi hermana en los que disfrutamos ambas del baile, haciendo también un paralelismo final con el ahora. En este cortometraje vemos cómo el baile ha sido una piedra angular en nuestra educación, siendo una herramienta para la socialización, al bailar con nuestras amigas, pero también como método de entretenimiento y de desahogo. Hay reflexiones interesantes capturadas por la cámara, como el momento en el que Marta descubre que durante una grabación tiene que estar delante del objetivo para aparecer en cámara, por tanto descubriendo qué es el espacio fílmico. También se capturan las miradas de admiración de Marta al ver a su hermana mayor bailar, cogiendo los movimientos como referencia para formar los suyos propios. También hay experimentación con la cámara, como en el momento en el que pongo una tela translucida delante del objetivo, comprendiendo que eso tendría como resultado cierta distorsión en la imagen final. En definitiva se trata de un cortometraje con material de archivo, que tiene como nexo de unión el baile, mi relación con mi hermana y el impacto del baile en nuestras relaciones sociales, pero mostrando a su vez la evolución personal y las reflexiones de dos niñas y su forma de interactuar con la cámara. . . . . TEXTO DEL VÍDEO: Entre pasos y risas, Marta y yo hemos encontrado en el baile algo más que movimiento. Es nuestra manera de enfrentar lo que la vida nos pone enfrente, de celebrar lo bueno y superar lo malo. Contigo, Marta, he aprendido que bailar no es solo seguir un ritmo, es compartir momentos de felicidad, fortalecer nuestra confianza y estrechar lazos con quienes nos rodean. Tú has sido mi cómplice en la vida, animándome a dejar la vergüenza a un lado y a disfrutar cada momento al máximo. Juntas, hemos creado recuerdos llenos de sonrisas, compartiendo la pista con amigos y familiares que se suman a nuestra complicidad. Eres mi confidente, mi apoyo incondicional en esta danza de la vida. Sin ti, hermana, la vida sería menos vibrante. Cada paso que damos juntas es un homenaje a nosotras, a esa conexión especial que nos une más allá de todo. Esta es una oda a ti, mi compañera de baile, un recordatorio de lo mucho que te valoro y una invitación a seguir bailando juntas, siempre.